Quizá todas aquellas lecturas y cintas de ciencia ficción que tocaban el tema de la tecnología en el futuro, sirvieron de inspiración para los genios que comenzaron a inventar (e inventan) nuevos artefactos. En Back to the Future II el protagonista, Marty Mcfly se teletransporta hacia nuestra era, al 25 de octubre de 2015, en donde puede ver varios canales de televisión a la vez y hacer videochats, como lo hacemos hoy en día por Facetime o Skype; en Minority Report, dirigida por el dios de la ciencia ficción Steven Spielberg, circulan autos que se manejan solos, y en 2001: A Space Odyssey, del afamado director Stanley Kubrick, un programa de computadora empezaba a comportarse como humano.
Y es que nuestros hábitos cotidianos han cambiado drásticamente a comparación de hace una década, ya que hemos desarrollado una nueva forma de vivir. La apertura de la información y la inmediatez de la comunicación han propiciado la creación de nuevos productos y herramientas ad hoc a nuestro moderno estilo de vida, objetos que hace apenas 20 años no teníamos la capacidad de visualizar Imágenes con altísima resolución, conectividad inmediata, reconocimiento de voz, pantallas táctiles, movilidad electrónica y coches voladores, casas inteligentes y robots que hacen de acompañantes como de mayordomos, son parte de la evolución de la que somos testigos.
En esta edición hacemos una recopilación de los objetos que además de impresionarnos por su funcionalidad y tecnología, destacan por su exclusividad y lujo. Mostramos la nueva suv de Tesla, una compañía de automóviles eléctricos que intenta frenar el cambio climático sin perder la elegancia en el chasis; el Samsung Gear S2, que se carga inalámbricamente y almacena 300 canciones; el Farady Future, el coche que engalana nuestra portada, y que llega en 3 segundos de 0 a 100 kph; el superyate diseñado por Zaha Hadid; el robot con emociones y el Concept iaa, el proyecto de Mercedes-Benz que promete cambiar nuestra manera de circular por las calles con un modelo que se maneja en automático. Señores, desabróchense el cinturón porque hemos llegado al futuro.